Categoría: Tips sobre Vinos
En regiones cálidas como el norte argentino, servir el vino a la temperatura adecuada es clave para disfrutarlo plenamente.
En las zonas vitivinícolas del norte argentino y sobre todo en los valles calchaquíes, las altas temperaturas son parte del día a día. Aunque estas condiciones son ideales para ciertas variedades de uva, pueden volverse un desafío a la hora de servir y disfrutar del vino, especialmente al aire libre o durante el verano.
Una copa de vino servida demasiado caliente puede dar una impresión de alcohol desbalanceado y una falta de frescura que altera la percepción general del producto. Este problema es más frecuente de lo que se cree y puede llevar a una experiencia poco placentera, incluso si el vino es de gran calidad.
Por otro lado, servir un vino excesivamente frío también puede ser contraproducente. Las temperaturas muy bajas adormecen los aromas y sabores, sobre todo en vinos tintos, ocultando su complejidad y matices. Por eso, encontrar el “punto justo” es clave.
La creencia de que el vino tinto debe servirse a "temperatura ambiente" proviene de épocas en las que las habitaciones se mantenían a 18 °C. Sin embargo, en regiones como Salta, donde las temperaturas pueden superar los 25 °C, esta práctica puede afectar negativamente la experiencia del vino.
Temperaturas ideales de servicio:
Tintos ligeros (Pinot Noir): 13-16 °C
Tintos con cuerpo (Malbec, Cabernet Sauvignon): 16–18 °C
Blancos y rosados: 8-12 °C
Espumantes: 5-8 °C
Servir el vino por encima de estas temperaturas puede acentuar el alcohol y disminuir la percepción de aromas y sabores.
Consejos para mantener la temperatura adecuada:
Enfriar previamente: Colocar la botella en la heladera durante 30–60 minutos antes de servir.
Uso de cubiteras: Mantener la botella en una cubitera con hielo y agua durante el servicio.
Evitar el congelador: No se recomienda enfriar el vino en el congelador, ya que puede afectar su calidad.
Servir en pequeñas cantidades: Esto ayuda a mantener la temperatura en la copa.
Adaptar la temperatura de servicio del vino al clima es esencial para apreciar todas sus cualidades. En regiones cálidas, tomar medidas simples como enfriar adecuadamente y servir en pequeñas cantidades puede marcar una gran diferencia en la experiencia de degustación.